La lengua extraña que habla el Espíritu

Los gemidos del Espíritu

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Muchos citan a Romanos 8:26 como evidencia de que el gemido del Espíritu es el hablar en lenguas. Según estos, cuando se ora en lengua el Espíritu produce sonidos, llamados aquí “gemidos indecibles”. Gemir tiene que ver con un suspiro profundo, un sentimiento interno de dolor inexplicable. En Romanos 8 se utiliza la palabra en tres ocasiones, la primera para el suspiro y el quejido de la creación que desea escapar de la esclavitud de la corrupción a la cual se la sujetó. Un gemido al que también se lo llama dolores de parto. Se la emplea por segunda vez para el deseo intenso, la impaciencia insufrible de los santos que suspiran por recibir su cuerpo glorificado. Nota que en ninguno de estos casos el gemido tiene que ver con alguna lengua especial para expresar sus sentimientos. Únicamente muestra la desesperación de aquellos que aguardan impacientes el momento cuando la corrupción desaparezca.

La tercera vez que aparece se utiliza en relación con las oraciones del creyente que en su debilidad no sabe pedir lo que es para su beneficio y la gloria de Dios. La debilidad de su carne—y lo que lo hace gemir—es lo que le incapacita pedir como es propio. El gemido que el Espíritu produce es el gemido que expresan sus oraciones, el ruego que presenta a Dios porque entiende que no puede hacer lo que es propio hacer. Pablo describió esto cuando habló en Romanos 7 de cómo su carne era débil en cumplir lo que Dios le pedía. “Lo bueno que quiero hacer no lo hago”, decía. “Miserable de mí, quién me librará de este cuerpo de muerte” (7:25). Este es el gemido de todo creyente, gemido que lo produce las primicias del Espíritu que tiene. Por cuanto ha gustado del don del cielo gime deseando tener la total herencia; nada tiene que ver con alguna lengua especial para orar, sino del dolor que le produce el estar en una carne débil que lo imposibilita a vivir como Dios pide que viva, y como él merece que le honre.

En conclusión, las evidencias demuestran que no existe tal cosa como una lengua angelical entre los hombres. Que los ángeles nunca hablaron en un idioma extraño y que Dios tampoco lo hizo. En las ocasiones en que Cristo habló a sus discípulos, siempre lo hizo en el idioma de ellos. Aún después de su ascensión al cielo les habló en lengua hebrea. En 1 Corintios 13 Pablo habla de hablar lenguas angelicales de forma hipotética como lo hace con el conocimiento, la fe y el entregar su cuerpo para que lo quemen. Su intención es mostrar que los dones que la iglesia procura tendrán utilidad, únicamente en el marco del amor y para la edificación de la iglesia. Donde esta intención no se persigue, los dones pierden su propósito y función.

5 thoughts on “La lengua extraña que habla el Espíritu”

  1. No estoy de acuerdo ya que en 1 de corintios 14 hasta el 15 eso no es lo que dice no podemos ignorar lo que dice la palabra o solo obtener lo que nos conviene y lo que no rechazarlo. Pablo es claro en estos textos y no hay que ponerlos en mis propias palabras por que no es cuestión de lo que yo pueda interpretar y no poner en poco a el Dios de los cielos por no creer en lo sobrenatural que es Dios.

    1. Mi hermano Hilerio:
      Le recomiendo que lea los artículos de la serie para que tenga una idea clara de lo que enseño sobre las lenguas angelicales. En primer lugar la interpretación de I Corintios 14 depende de su contexto, en este caso el capítulo 13. Vea toda la evidencia que presentamos en el resto de los estudios antes de expresar juicio. Estoy de acuerdo con usted que el Dios que adoramos es un Dios de milagros, todo cuanto hace es un milagro, por lo que confesar nuestra fe en él es confesar la realidad de los milagros.

      Lo que se discute no es si puede hacer que sus hijos hablen en lenguas, sino si las lenguas angelicales es lo que hoy día se pretende hablar. Le toca a usted probar que nuestra interpretación es incorrecta, y mostrar que la Biblia registra que Dios o los ángeles hablaron a los hombres en una lengua angelical. Si usted no puede dar ninguna evidencia Bíblica, ¿cómo puede usted determinar si lo que habla es de Dios si no tiene nada con lo cual juzgarlo? Las experiencias y emociones no son la regla para determinar la verdad sino la Palabra de Dios.

      Le agradezco que haya tomado el tiempo para leer nuestros artículos, si después de leer lo que decimos en lo que toca a este verso piensa que es incorrecto le invito a continuar el diálogo.

      Lea los artículos anteriores:
      http://www.justiciadedios.com/2010/12/si-hablase-lenguas-angelicales/
      http://www.justiciadedios.com/2010/12/lenguaje-misterioso/
      http://www.justiciadedios.com/2010/12/el-lenguaje-de-los-angeles/
      http://www.justiciadedios.com/2010/12/la-lengua-extrana-en-que-cristo-hablo-a-los-apostoles/

      Gracias una vez más y que el Señor le permita estudiar estos versos de manera objetiva.

    1. Gracias por tomarse el tiempo para leer nuestro material. Espero que le sea de gran bendición en su vida y la hagan crecer en el conocimiento de la gracia de Dios.

      1. Primeramente, tenemos que reconocer que la primera carta a los Corintios es un modelo para tratar problemas comunes en las igesias. Debemos reconocer también, que dicha iglesia era de reciente establecimiento y que la región de Corintio era multicultural y notoria por su corrupción moral. Por su condición de ser una iglesia nueva, Pablo mismo los trata como niños en el capítulo 3:1 y en el 3:2 Dice Pablo que les dio a beber leche y no alimentos sólidos por que todavía no la podían recibir y todavía no estaban preparados para recibir el alimento sólido. Podemos ver, hasta donde llegaba la ignorancia de la iglesia de Corintio, y a través de toda la carta, Pablo solamente enseña acerca de una conducta que necesitaba ser corregida, tales como: la unidad (cap. 1: 10), de insesto como en (cap.5) el uso de los servicios de prostitutas lo cual el condena en el (cap. 6:9-20) abusos en la comunión (cap.11:17-24) y el uso apropiado de los Dones Espirituales(capítulos.12 y 14). Vale la pena preguntarnos; A la luz de todos estos excesos y errores en que había caído la iglesia de Corintio, ¿cuál era el espíritu que se manifestaba en esta iglesia? Definitivamente, no era el Espíritu Santo.

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