La Gracia: Combustible del Amor

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Todos aplaudieron, pero su esposa un poco irritada le pregunta: «¿Qué dijiste?» Habla más fuerte. «Mi querida esposa, que después de 50 años aún estoy enamorado de ti!»

La esposa visiblemente alterada le grita de nuevo: «Bueno, después de 50 años yo también estoy cansada de ti!»

El Dr. Howard Hendricks expresó que las personas se casan con una fotografía en sus mentes de un matrimonio perfecto. Después de algunas pruebas descubren que no están casadas con la perfecta fotografía, sino con una imperfecta persona. Cuando este descubrimiento ocurre, ellas o hacen pedazos a la foto mental o hacen pedazos a la persona (Kent Crockett, The 911 Handbook, Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 2003, 86).

Al hablar del amor en el matrimonio algunos de ustedes esperan una fórmula, alguna ley espiritual que al ponerla en práctica puedan obtener los resultados que procuran. Quizás alguno de ustedes ha asistido a una consejería matrimonial esperando alguna formula mágica que haga desaparecer sus problemas. Y puesto que ustedes esperan algunos principios, se los daré.

  1. Presta atención a lo que dice tu pareja: detrás de cada declaración, aun negativa, existe un grito angustioso por ayuda.
  2. Valora las opiniones e intereses de tu pareja aun cuando no los compartas.
  3. Tóquense, acaríciense.
  4. Honra a tu pareja a solas y en público. No lo ridiculices o menosprecies.
  5. Hasta donde te sea posible, complace los deseos y necesidades de tu pareja.
  6. Usa cortesía en tu trato.
  7. No trates de cambiar a la otra persona para que sea un reflejo tuyo.
  8. Perdona: 70 veces 7
  9. Enfatiza en los cambios positivos de tu pareja, no en lo negativo.
  10. Aprende a decir: «lo siento» cada vez que la situación lo requiera.

Estos diez consejos son dignos de practicarse, te ayudarán a hacer crecer el amor en tu matrimonio; pero estos, al igual que muchas otras verdades, requiere de correctos sentimientos y emociones estables para ponerlos por obra; por lo que están destinados al fracaso. En toda relación personal necesitas alimentar tus sentimientos con pensamientos positivos que te den la fuerza para ejecutar todo principio noble. Cualquier acción que dependa de cómo las demás personas respondan, no tendrá éxito. Muchos consejeros matrimoniales cometen el error de enfocase en los síntomas, no en el origen de la enfermedad.

Hacer más de lo que se espera de nosotros

Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios (2 Corintios 8:5 NVI). ¿Cuál es el secreto de aprender a amar sin que dependa de las personas o circunstancias a tu alrededor? ¿Cuál es el secreto de obrar más allá del deber humano de manera que te asemejes a Cristo en tu conducta? A estas preguntas deseamos responder en el presente estudio, extrayendo algunos principios útiles para el matrimonio de las palabras que Pablo dijo a la iglesia a los corintios cuando les pidió ayuda para los pobres de Jerusalén. Principios no sólo aplicables en el círculo matrimonial, útiles de igual manera en toda relación social. Escribió en aquella ocasión palabras halagadoras de la iglesia de Macedonia; expresó cómo éstos lo sorprendieron al sacrificarse para suplir las necesidades de la iglesia de Jerusalén, decía: «hicieron más de lo que esperábamos». El secreto para actuar así no se encuentra en algunos pasos a seguir o fórmulas a practicar; se encuentra en la fuerza que emana del amor por el Señor. De 2 Corintios 8:5 extraemos 3 verdades que nos permiten descubrir cómo ellos pudieron hacer esto.

Se dieron a sí mismos

Al inicio del capítulo Pablo le dice a los corintios que la actitud de los hermanos de Macedonia es una gracia que Dios les concedió; lo que indica que es bendición del cielo el tener un corazón que se da por completo. Y Dios desea que todos lo hagamos, por lo que nos exhorta a pedir: «pedid y se os dará». Un matrimonio exitoso únicamente existe donde se honra al Señor dándose sin reservas el uno al otro. Darse a sí mismo es dar lo más valioso, es darlo todo; y esta ofrenda es la mayor de todas. Darse a sí mismo es actuar sin condiciones, es dar sin esperar recibir. Implica hacerse siervo en procura de la felicidad de los demás. Es fácil dar de lo que nos sobra, cosa muy difícil darlo todo, y, más difícil aún, darse por completo uno mismo. Jesús enseñó que «es más dichoso el que da que el que recibe» (Hechos 20:35); esta máxima no fue para él una simple teoría sino la distintiva de su misión. De modo que los que se entregan a sí mismos ejemplifican en su vida lo que Cristo hizo por ellos:

Gálatas 2:20: «…el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.»

Efesios 5:2: «Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros…»

Efesios 5:25: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella»

Como apreciarás de los versículos citados, entregarse es la expresión del amor verdadero. Cristo lo demostró al darse para nuestra salvación, y ahora desea que nosotros lo hagamos. «Andar en amor» (Efesios 5:2) es andar como Cristo, entregándonos por el mundo y en particular por nuestra pareja en el círculo del matrimonio (Efesios 5:25). Barnett Brickner decía que: «el éxito en el matrimonio no viene principalmente por encontrar la pareja ideal, sino siendo la pareja ideal»; y la pareja ideal es la que se entrega por completo.

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